Atrévete nace en 2004 desde la ilusión y el amor por mi profesión. Tenía ganas de crear un proyecto en el que no solo pudiera crecer a nivel profesional, sino personal, y aportar a los demás algo más que un simple corte de pelo o tratamiento. Quería que cada persona que saliera del salón, se fuera a casa más contenta, más guapa y sintiendo que estaba invirtiendo en cuidarse y en quererse un poco más.
Hace 5 años, la crisis llamó a mi puerta, como muchos otros salones de peluquería que luchaban por mantenerse a flote. Veía como muchos de ellos iban cerrando y mi negocio, poco a poco, también se iba apagando y agotando… Fue justo en ese momento cuando Secretos del agua llegó a mi vida.
Lo más asombroso de todo fue la forma en la que me lo vendieron:
En aquel entonces, nuestra filosofía era muy distinta a la que tenemos ahora. Éramos un salón urbano que trabaja con siliconas, donde primaba la moda y la estética, aunque siempre habíamos buscado la calidad de los productos y el cuidado del cabello. Por eso, quizás, me decía que Secretos del agua no estaba hecho para nuestro salón.
Comencé probando los productos con dos personas de mi confianza: una de ellas tenía una dermatitis tremenda y otra un acné muy fuerte. Después del tratamiento, vi los resultados y me quedé asombrada. En más de 25 años de profesión, he visto y utilizado mogollón de productos en los que hemos vendido aire y nos han vendido humo, pero esto era diferente.
Realmente comencé a trabajar con Secretos del Agua por los resultados, pero también fui descubriendo una filosofía de vida que compartía, y que hasta entonces, había estado oculta en mí. En el fondo, siempre me había interesado mucho todo lo relacionado con el bienestar, la salud, el respeto por el entorno y el crecimiento personal, pero hasta que no descubrí Secretos, no fui consciente de ello.
Tenía delante de mí un proyecto maravilloso que era todo un chute de energía para poder seguir adelante con mi negocio: volví a engancharme a mi trabajo y a creer en el proyecto. Eso sí, con muchísimos miedos y dificultades, y desaprendiendo para volver a aprender mi profesión.
Empecé desde cero con todos los riesgos que eso conllevaba y pasé de un equipo de 7 personas a 2. Tuve que tirar dinero para reinvertirlo en este nuevo proyecto que no sabía si iba a funcionar y perdimos clientes, pero ganamos muchos otros.
Reinventar Atrévete y apostar por mejorar y cuidar este proyecto me ha ayudado muchísimo a crecer, tanto laboral como personalmente. He podido volver a ampliar el equipo y a seguir con fuerza, ganas, y sobretodo, a trabajar de lo que más me gusta: la peluquería y la creatividad.
Energía de dar.
Ejemplo personal, autenticidad y coherencia.
Por los demás y sus opiniones, por
el ser humano y por la naturaleza.
Aceptar que el salón y cada persona tiene su proceso, su propio ritmo, sus valores y su momento.
Capacidad de concentración.
Compartir desde lo que nos une para acceder a la Fuente y a la Información desde el consenso.
Sentirnos felices y contentos con lo que
somos y tenemos. Estado de abundancia.
Energía mental y corporal. Trabajo en equipo. Empatía y escucha activa.
Dar un trato de dedicación exclusiva a todas las personas que componen el salón para ayudarles
en su crecimiento y bienestar.
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